Una de las formas más efectivas para perfeccionar un idioma es estudiarlo en el país de origen. Qué mejor que acabar el curso con una estancia en Inglaterra, una inmersión lingüística y cultural para asentar todo lo aprendido durante el año, mejorar la pronunciación y la fluidez. Si, además, ésta es en Oxford, uno de los estandartes más importantes en la difusión del idioma y ciudad universitaria por excelencia, la combinación es perfecta.
Aunque la razón principal para realizar una estancia lingüística en el extranjero suele ser, por supuesto, aprender o mejorar el idioma, lo cierto es que hay muchas más que hacen que un viaje de este tipo se convierta en una experiencia única e inolvidable. ¿Quieres conocerlas? Pues sigue leyendo, te las detallamos a continuación, además te explicamos porqué Oxford es la ciudad perfecta para hacerlo:
Razones para realizar una estancia lingüística
Mejorar el idioma – Como decíamos, esta es sin duda la principal razón. Todos aquellos que han realizado una estancia lingüística coinciden en que han mejorado su nivel. Estar continuamente en contacto con el idioma, no solo en clase sino también en tu tiempo libre hace de esta experiencia un curso intensivo en el que la mejora es evidente. Es la inmersión lingüística total, hablar la mayor parte del tiempo en inglés con profesores, alumnos de otras nacionalidades, la familia anfitriona, en los comercios… fomenta la comprensión auditiva, acostumbrando el oído a diferentes acentos y formas de hablar el idioma. También la comunicación oral, mejorando la pronunciación y la fluidez.
Idioma real y en contexto – No es lo mismo estudiar un idioma que vivirlo. Una estancia lingüística va más allá de aprender el idioma de forma académica. Por supuesto, también hay clases en las que se estudia gramática y vocabulario. Pero quizá más interesante que esas clases sea el comprender el idioma en el contexto en el que se habla. Los alumnos tienen la oportunidad de conocer el idioma que se habla en la calle, expresiones, lenguaje coloquial… que es lo que marca la diferencia para acabar hablando el idioma como lo harían un nativo.
Consciencia de la utilidad del idioma – relacionado con la anterior razón, ser capaz de comunicarte en el idioma que has estado aprendiendo durante tanto tiempo es un aliciente para que los alumnos vean que el idioma tiene una utilidad real y quieran seguir estudiándolo y mejorándolo.
Crecimiento personal – La mayoría de alumnos aseguran que una experiencia como esta les ha hecho madurar y crecer personalmente. Para muchos de ellos, suele ser la primera vez que viajan al extranjero o al menos, la primera vez que lo hacen solos. Aunque los alumnos tienen el apoyo en todo momento tanto de las personas que viajan con ellos desde aquí, el personal del centro en el que van a estudiar y de las familias que los acogen, es cierto que también tienen una serie de responsabilidades a las que se tienen que enfrentar solos por primera vez. Esto hace que adquieran una serie de valores: responsabilidad, confianza en ellos mismo, seguridad, perdida de timidez… Conocer y convivir con personas de otras nacionalidades y culturas les hará ser más abiertos y tolerantes. Valores que les ayudarán no solo a mejorar el idioma, sino también en su vida diaria.
Inmersión cultural – No solo se trata de una inmersión lingüística, sino también cultural. Viajar es siempre una experiencia maravillosa, pero muchas veces no pasamos de ser meros turistas que pasan de puntillas por el lugar de destino y que no llegan a conocer la cultura y costumbres reales del país. Con estas estancias, el alumno está en contacto total con la cultura inglesa durante las dos o tres semanas que dura la estancia. Convivir con una familia les hará ver de primera mano cómo es el día a día de la gente. Comprender como viven, se relacionan, etc. les ayudará también en el aprendizaje del idioma.
Conocer gente y nuevas amistades – Esta es probablemente una de las cosas que más preocupa a los alumnos antes de ir, si harán amigos con los que compartir la experiencia y relacionarse. La respuesta es rotundamente sí, encontrarse con gente que está en su misma situación ayuda a crear vínculos que en muchos casos durarán toda la vida. Empezando por los compañeros de viaje con los que compartirán esta aventura desde el primer momento, pero también personas de otras nacionalidades que conocerán en clase, la familia de acogida… Además, con la mayoría utilizarán el inglés como lengua común, por lo que el contacto posterior con estas nuevas amistades hará que sigan practicando el idioma.
Diversión/ Programa socio cultural – No hay que olvidar que se trata de un viaje en verano en el que también hay tiempo para pasarlo bien, para ello, además de las clases, se organizan toda una serie de excursiones y actividades culturales, lúdicas y deportivas para que la experiencia sea inolvidable.
Futuro/ currículum – Este tipo de estancias en el extranjero son muy valoradas en el ámbito educativo y laboral, por lo que puede abrir puertas a futuros estudios universitarios en el otros países o mejores puestos de trabajo.
Estas son algunas de las razones por las que estudiar en el extranjero durante verano es no solo la mejor forma de mejorar el idioma, sino de vivir una experiencia inolvidable que seguro querrán repetir.
¿Porqué Oxford?
Si además, como decíamos, el destino es una ciudad como Oxford, la combinación es perfecta. Creemos que su reputación habla por si misma, pero si aún tienes dudas aquí tienes también una serie de razones por las que Oxford es la ciudad perfecta para una estancia lingüística:
Ambiente académico – Oxford es la cuna de la cultura y la lengua inglesa. Esto se nota en el ambiente estudiantil. Estudiantes de todas las nacionalidades acuden a estudiar a Oxford atraídos por la reputación de sus escuelas y universidades.
Seguridad – Oxford es un lugar muy seguro. Se trata de una ciudad pequeña y amigable que facilitará que los alumnos puedan moverse con tranquilidad por ella desde el primer día. Sus habitantes están acostumbrados a recibir a miles de estudiantes y están siempre dispuestos a ayudar.
Medios de transporte – En la mayoría de los casos no son necesarios, en Oxford se puede ir andando a prácticamente todos los puntos de interés.
Cultura – Tiene uno de los centros históricos más bonitos de Inglaterra, llena de edificios, museos, castillos, universidades… A muchos les parecerá estar en una película de Harry Potter, ya que Oxford inspiró muchos de sus escenarios. Oxford tiene también un gran patrimonio literario, en sus universidades estudiaron figuras tan importantes como Tolkien, Lewis Carrol o CS Lewis.
Zonas verdes – Podemos encontrar muchos parques y bonitas zonas verdes en la que descansar, pasear o hacer actividades al aire libre.
Clima – La mejor época para visitar Oxford son los meses de julio y agosto en los que hay días más soleados y menos lluvia que en otros meses y con temperaturas entre los 20 y 25 grados para disfrutar de las excursiones y todas las actividades de exterior.
Ubicación – está sitiada en el centro de Inglaterra, muy cerca de otras ciudades importantes como Londres o Bristol.
Ocio – En Oxford puedes encontrar infinidad de actividades y lugares de ocio. Desde los tradicionales pubs, hasta restaurantes con comida de todas las partes del mundo.